El fuego devora, en El Alto, una fábrica de plastoformos
La Razó/La Paz
El viento introdujo el fuego a la fábrica de plástico y plastoformo Italpac, ubicada en la zona Rosas Pampa de El Alto. Ayer, esa factoría se quemó por más de dos horas y registró daños de al menos medio millón de dólares. No hubo heridos ni muertos.
El humo negro se percibía casi desde cualquier punto de El Alto y La Paz. Para sofocar el fuego se usaron cinco cisternas y el vehículo del Servicio de Aeropuertos Bolivianos S.A. (SABSA).
“Han llegado los bomberos del aeropuerto y con su equipo moderno han apagado como magia, en tres minutos de lanzar su agua con espuma química. Nosotros con agua no hemos podido sofocar, porque era material altamente inflamable”, dijo el comandante de Bomberos de El Alto, coronel Freddy Tórrez.
Antes de las 15.00, alguien quemó un pajonal en las afueras de la fábrica, el ventarrón llevó unas chispas hasta el patio donde había pedazos de plastoformo y comenzó el siniestro. En la factoría había turriles con material altamente inflamable como diesel, aceite, alcohol y otros químicos que tuvieron que ser evacuados por bomberos, policías y por la gente que ayudó.
“Al centro estaba el poste de alta tensión que viene de Oruro. (...) teníamos miedo que colapse la estructura metálica y caiga sobre nosotros y estando con agua nos íbamos a achicharronar”, relató el coronel Tórrez. “Nos hemos dedicado, con el material y las mangueras agujeras que tenemos, a controlar que no caiga el poste, a sacar los aceites, hemos salvado los químicos. Hemos hecho todo lo que se puede para que no se convierta en una mayor catástrofe”. Antes que colapse el techo y algunas paredes de la fábrica, “salvamos un minibús y un camión. Los hemos alzado y arrastrado con ayuda de la gente”.
El fuego era incontenible y se necesitaba más ayuda. Subieron los bomberos de La Paz, el carro Neptuno de la Policía. También ayudaron efectivos de la Patrulla de Auxilio Ciudadano (PAC) de El Alto y del Distrito 3. Casi ninguno de los que intentaba sofocar el fuego tenía máscaras para respirar, ni ropa especial. En el caso de los bomberos de La Paz y El Alto, sus cascos y ropa son de donación, igual que sus vehículos. Así como hubo gente que ayudó en el lugar, otra no lo hizo. Un grupo de efectivos tuvo que resguarda el material que salía de la fábrica para que no hayan robos. La fábrica tenía tres extintores.
Las pérdidas se calculan en al menos medio millón de dólares. El coronel Tórrez agradeció públicamente al comandante de Bomberos de SABSA, capitán Tom Vargas, porque sin sus “equipos modernos” el fuego habría provocado mayores daños. Entre las más de dos horas que duró el siniestro explotó un turril con químicos. Cuando llegó SABSA se sofocó el fuego y el trabajo de todos culminó.
Algunos policías estaban mojados, otros tenían hollín en el rostro. En conversación telefónica, el coronel Tórrez comentó que “si nos dan un equipo moderno como el de Cochabamba, lo desafiamos hasta a Satanás”. La autoridad policial criticó a la Prefectura y a la municipalidad por la falta de equipamiento, pues la ley obliga a destinar un monto del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) a la seguridad ciudadana.
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