Accidente aéreo en Madrid deja 153 muertos
Un avión con destino a las Islas Canarias se estrelló el miércoles tras despegar del aeropuerto madrileño de Barajas, provocando la muerte de 153 personas, informó el gobierno español.
La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, precisó durante una rueda de prensa que en el vuelo embarcaron 172 personas, entre pasajeros y tripulación, de las que sólo 19 permanecen con vida en distintos hospitales de Madrid.
Según varios testigos, el avión se salió de la pista y, tras elevarse mínimamente, se incendió y chocó contra el suelo en una hondonada de rastrojos y tierra seca anexa a Barajas.
Decenas de ambulancias, vehículos de bomberos y policía se desplazaron a la Terminal 4 del aeropuerto de la capital española, donde se elevaban enormes columnas de humo que podían verse desde diversos puntos de la ciudad.
'El panorama era desolador. El fuselaje estaba destruido y el avión creo que se ha incendiado. Había un kilómetro de tierra quemada. Todo estaba destruido'', explicó a la AP Pablo Albella, de 31 años, un trabajador de emergencias de Madrid que estuvo en el lugar de los hechos.
Alvarez, cuyo departamento es responsable de aviación civil, reconoció que, al parecer, la aeronave llegó a levantar las ruedas de la pista durante la maniobra de despegue, pero indicó que será la investigación la que determine exactamente lo ocurrido.
En ese sentido, la ministra explicó que ya se han recuperado las cajas negras y que el gobierno sólo trabaja con la hipotesis del accidente y no contempla la posibilidad de que el trágico suceso pudiera deberse a un atentado.
El vuelo JK5022, operado por la compañía Spanair, cubría el trayecto entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria y despegó de Barajas con una hora de retraso.
La compañía informó en un escueto comunicado que, poco antes de partir, el comandante de la aeronave reportó una falla en un indicador de la temperatura exterior del aparato.
''Esta avería se reparó conforme a los procedimientos normales establecidos por los técnicos de Spanair'', precisó la aerolínea.
La aeronave, modelo MD, tenía 15 años y había pasado su última revisión técnica satisfactoriamente en enero del 2008. El vuelo estaba co-operado con la compañía alemana Lufthansa y no se descarta que pudiera haber varios ciudadanos de Alemania entre las víctimas.
Aunque la compañía hizo pública la lista de pasajeros, no dio a conocer sus nacionalidades. Entre los viajeros que abordaron el avión había 20 niños y dos bebés.
Es el peor accidente aéreo en España en los últimos 20 años. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, interrumpió sus vacaciones en el sur del país para regresar a Madrid.
En una breve declaración, Rodríguez Zapatero se mostró consternado por lo sucedido y ofreció ''todo el apoyo'' del ejecutivo a los familiares de las víctimas.
El ayuntamiento de Madrid habilitó un pabellón de su centro de ferias y exposiciones como morgue improvisada para identificar los cadáveres y prestar apoyo psicológico a los afectados.
El peor desastre en la historia de la aviación en España tuvo lugar en 1977, después de que dos Boeing 747 chocaran en el aeropuerto de Los Rodeos, en las Islas Canarias, percance en el que 583 personas perdieron la vida.
Hacía 20 años que no se registraba un accidente tan grave en suelo español. En noviembre de 1983, un Boeing 747 de la aerolínea colombiana Avianca se estrelló cerca de Madrid, accidente que dejó 181 muertos. En febrero de 1985, un Boeing 727 de Iberia colisionó contra un monte cercano a Bilbao, en la región norte del País Vasco, con un resultado de 148 víctimas.
La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, precisó durante una rueda de prensa que en el vuelo embarcaron 172 personas, entre pasajeros y tripulación, de las que sólo 19 permanecen con vida en distintos hospitales de Madrid.
Según varios testigos, el avión se salió de la pista y, tras elevarse mínimamente, se incendió y chocó contra el suelo en una hondonada de rastrojos y tierra seca anexa a Barajas.
Decenas de ambulancias, vehículos de bomberos y policía se desplazaron a la Terminal 4 del aeropuerto de la capital española, donde se elevaban enormes columnas de humo que podían verse desde diversos puntos de la ciudad.
'El panorama era desolador. El fuselaje estaba destruido y el avión creo que se ha incendiado. Había un kilómetro de tierra quemada. Todo estaba destruido'', explicó a la AP Pablo Albella, de 31 años, un trabajador de emergencias de Madrid que estuvo en el lugar de los hechos.
Alvarez, cuyo departamento es responsable de aviación civil, reconoció que, al parecer, la aeronave llegó a levantar las ruedas de la pista durante la maniobra de despegue, pero indicó que será la investigación la que determine exactamente lo ocurrido.
En ese sentido, la ministra explicó que ya se han recuperado las cajas negras y que el gobierno sólo trabaja con la hipotesis del accidente y no contempla la posibilidad de que el trágico suceso pudiera deberse a un atentado.
El vuelo JK5022, operado por la compañía Spanair, cubría el trayecto entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria y despegó de Barajas con una hora de retraso.
La compañía informó en un escueto comunicado que, poco antes de partir, el comandante de la aeronave reportó una falla en un indicador de la temperatura exterior del aparato.
''Esta avería se reparó conforme a los procedimientos normales establecidos por los técnicos de Spanair'', precisó la aerolínea.
La aeronave, modelo MD, tenía 15 años y había pasado su última revisión técnica satisfactoriamente en enero del 2008. El vuelo estaba co-operado con la compañía alemana Lufthansa y no se descarta que pudiera haber varios ciudadanos de Alemania entre las víctimas.
Aunque la compañía hizo pública la lista de pasajeros, no dio a conocer sus nacionalidades. Entre los viajeros que abordaron el avión había 20 niños y dos bebés.
Es el peor accidente aéreo en España en los últimos 20 años. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, interrumpió sus vacaciones en el sur del país para regresar a Madrid.
En una breve declaración, Rodríguez Zapatero se mostró consternado por lo sucedido y ofreció ''todo el apoyo'' del ejecutivo a los familiares de las víctimas.
El ayuntamiento de Madrid habilitó un pabellón de su centro de ferias y exposiciones como morgue improvisada para identificar los cadáveres y prestar apoyo psicológico a los afectados.
El peor desastre en la historia de la aviación en España tuvo lugar en 1977, después de que dos Boeing 747 chocaran en el aeropuerto de Los Rodeos, en las Islas Canarias, percance en el que 583 personas perdieron la vida.
Hacía 20 años que no se registraba un accidente tan grave en suelo español. En noviembre de 1983, un Boeing 747 de la aerolínea colombiana Avianca se estrelló cerca de Madrid, accidente que dejó 181 muertos. En febrero de 1985, un Boeing 727 de Iberia colisionó contra un monte cercano a Bilbao, en la región norte del País Vasco, con un resultado de 148 víctimas.
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