Los familiares claman justicia
Familiares del soldado fallecido, Juan Carlos Morales, se apostaron la mañana de ayer en afueras del cuartel Gada 91 de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) de El Alto, junto a padres de familia de otros conscriptos, para exigir que el presunto autor, sargento Valerio Valencia, no quede impune.
“Estamos decididos a todo si no se hace justicia. Ojalá el cuerpo de mi hermano sirva para que no se cometan más abusos en los cuarteles”, exclamó Janette Morales, hermana de la víctima.
Entretanto, hombres y mujeres, transeúntes, familiares y vecinos gritaban: “Queremos justicia”. “Nosotros no hemos mandado a nuestros hijos al cuartel para que los maten. El sargento Valencia debe pagar”, dijo Remedios Huanca, vecina.
Juan Carlos murió la madrugada del jueves, después de recibir patadas, en distintos puntos del cuerpo, y puñetazos o “cortos” en la boca del estómago, supuestamente de Valencia, debido a que el soldado se habría dormido en el servicio de guardia.
Morales murió antes de llegar al hospital, con hemorragia interna, pues el riñón derecho y la vejiga habían reventado.
“Estamos decididos a todo si no se hace justicia. Ojalá el cuerpo de mi hermano sirva para que no se cometan más abusos en los cuarteles”, exclamó Janette Morales, hermana de la víctima.
Entretanto, hombres y mujeres, transeúntes, familiares y vecinos gritaban: “Queremos justicia”. “Nosotros no hemos mandado a nuestros hijos al cuartel para que los maten. El sargento Valencia debe pagar”, dijo Remedios Huanca, vecina.
Juan Carlos murió la madrugada del jueves, después de recibir patadas, en distintos puntos del cuerpo, y puñetazos o “cortos” en la boca del estómago, supuestamente de Valencia, debido a que el soldado se habría dormido en el servicio de guardia.
Morales murió antes de llegar al hospital, con hemorragia interna, pues el riñón derecho y la vejiga habían reventado.
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