Narcos hacen cocaína en el Tunari
Los narcotraficantes han hecho de la cordillera del Tunari un laboratorio de droga. Lejos, sin testigos, con agua garantizada y desafiando el frígido clima del nevado hacen cocaína. Aprovechan el agua de las lagunas del lugar: Marquina y Toro. Cuando logran unos cinco kilos de pasta base, se marchan dejando a la intemperie residuos y un inconfundible olor a precursores. Algunas de estas pozas fueron descubiertas el lunes pasado por el grupo de rescate SAR-Bolivia e inspeccionadas ayer por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).
Las dos factorías están cerca del Huayna Tunari, a unos 54 kilómetros de la ciudad de Cochabamba siguiendo el camino a Morochata y luego caminando unos 400 metros por un desvío hacía las cimas más pronunciadas de la cordillera. Nadie vive cerca. Sólo se ven corrales para llamas y uno que otro cóndor, contaron los rescatistas del SAR-Bolivia, que ese día buscaban al andinista extraviado Santiago Reglanski.
Las comunidades más cercanas se muestran hostiles ante los forasteros y el acceso a sus caseríos es casi imposible por decisión de la propia gente, que se niega a contar qué ocurre en el nevado e incluso se mostró indiferente con la búsqueda del andinista desaparecido desde el domingo pasado y hallado muerto en el Huayna Tunari, el martes por la tarde, según datos del SAR-Bolivia.
Cinco kilos de droga
Aunque las fábricas están en ruinas, se infirió que hace dos meses podían producir hasta cinco kilogramos de pasta base por semana, puesto que se encontraron unos 15 sacos de coca molida. Cada kilo se cotiza en mil dólares en el mercado local y en el extranjero su precio de multiplica.
Al explorar las factorías, los agentes antidrogas constataron que las factorías ya fueron incineradas hace unos dos meses por la misma Felcn en un operativo anterior.
Sin embargo, otras fuentes creen que las pozas pudieron haber sido destruidas por “volteadores” de droga, ya que el motor, generador de energía eléctrica, permanecía calcinado en el lugar.
Como en Colombia
Los narcotraficantes hacían droga siguiendo la receta colombiana. Ese método, según un policía de la Felcn, utiliza la coca molida y recipientes grandes como licuadoras para mezclar los químicos. Posteriormente, se echa el resultado a otro recipiente para extraer droga líquida o pasta base.
El método está lleno de ventajas: simplifica menos tiempo, reduce la maceración por usar coca molida y la mejor es que utiliza poca gente (dos a tres personas), para la elaboración y los traficantes necesitan un reducido espacio. Además, pueden mover la fábrica rápidamente o como en este caso ubicarse en un lugar estratégico, una meseta desde la que podía verse el camino principal tal vez para no ser sorprendidos por la Policía.
Alrededor de las factorías, se encontraron todo lo indispensable para hacer droga como en Colombia: tanques con capacidad para mil litros, cal, un motor generador de energía eléctrica, abundante coca y fosas listas para procesar la droga. También se hallaron restos de coca masticada.
Las dos factorías están cerca del Huayna Tunari, a unos 54 kilómetros de la ciudad de Cochabamba siguiendo el camino a Morochata y luego caminando unos 400 metros por un desvío hacía las cimas más pronunciadas de la cordillera. Nadie vive cerca. Sólo se ven corrales para llamas y uno que otro cóndor, contaron los rescatistas del SAR-Bolivia, que ese día buscaban al andinista extraviado Santiago Reglanski.
Las comunidades más cercanas se muestran hostiles ante los forasteros y el acceso a sus caseríos es casi imposible por decisión de la propia gente, que se niega a contar qué ocurre en el nevado e incluso se mostró indiferente con la búsqueda del andinista desaparecido desde el domingo pasado y hallado muerto en el Huayna Tunari, el martes por la tarde, según datos del SAR-Bolivia.
Cinco kilos de droga
Aunque las fábricas están en ruinas, se infirió que hace dos meses podían producir hasta cinco kilogramos de pasta base por semana, puesto que se encontraron unos 15 sacos de coca molida. Cada kilo se cotiza en mil dólares en el mercado local y en el extranjero su precio de multiplica.
Al explorar las factorías, los agentes antidrogas constataron que las factorías ya fueron incineradas hace unos dos meses por la misma Felcn en un operativo anterior.
Sin embargo, otras fuentes creen que las pozas pudieron haber sido destruidas por “volteadores” de droga, ya que el motor, generador de energía eléctrica, permanecía calcinado en el lugar.
Como en Colombia
Los narcotraficantes hacían droga siguiendo la receta colombiana. Ese método, según un policía de la Felcn, utiliza la coca molida y recipientes grandes como licuadoras para mezclar los químicos. Posteriormente, se echa el resultado a otro recipiente para extraer droga líquida o pasta base.
El método está lleno de ventajas: simplifica menos tiempo, reduce la maceración por usar coca molida y la mejor es que utiliza poca gente (dos a tres personas), para la elaboración y los traficantes necesitan un reducido espacio. Además, pueden mover la fábrica rápidamente o como en este caso ubicarse en un lugar estratégico, una meseta desde la que podía verse el camino principal tal vez para no ser sorprendidos por la Policía.
Alrededor de las factorías, se encontraron todo lo indispensable para hacer droga como en Colombia: tanques con capacidad para mil litros, cal, un motor generador de energía eléctrica, abundante coca y fosas listas para procesar la droga. También se hallaron restos de coca masticada.
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