Sentido adiós a niñas muertas
Escenas de llanto y drama se vivieron durante el velorio y posterior entierro de Wara Choque (15), Maria Elena Laura (14) y Griselda Choque (13), las tres niñas encontradas muertas en La Paz, al fondo de un barranco. La mañana de ayer llegó al lugar del velatorio, la sede social de la zona Anexo 16 de Julio, la hermana de Griselda, que vive en Pando. El padre de Wara también llegó, pasado el medio día, y se derrumbó en llanto al ver a su hija dentro del ataúd. Ya en la tarde, familiares de las menores alistaron a las niñas para conducirlas a su última morada.
Abrieron sus féretros y comenzaron por ponerles los guardapolvos blancos que vestían todos los días, para ir a su colegio. También les pusieron unas alitas de papel, y sandalias de cartón, para que puedan caminar en el más allá. Una escobita fue colocada en el ataúd, para que las niñas puedan barrer los escollos que se les presenten en el camino hacia el cielo. Por último colocaron un huevo, una bolsa de pipocas, una botella de refresco, un plato, vaso, cuchara, una chalina, palma de ramos y sus mochilas, donde guardaron peluches, discos compactos de música, muñecas y otros artículos personales. La creencia andina dicta que el fallecido debe portar todos los elementos que hagan más llevadero su camino y estancia en el más allá. De esta forma, condujeron a las jovencitas, flanqueadas por columnas de estudiantes, que lanzaron pétalos de flores blancas para despedir a sus compañeras de estudio.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Alberto Aracena, informó que las tres adolescentes murieron producto de un accidente "Una de ellas habría resbalado, y al tratar de salvarse, se llevó consigo a sus otras dos amigas", informó. Según el reporte policial, las menores fueron encontradas una sobre otra, lo que ratifica la hipótesis del accidente. Además, Aracena señaló que testigos indicaron que vieron a las niñas consumiendo bebidas alcohólicas en la zona Faro Murillo.
Abrieron sus féretros y comenzaron por ponerles los guardapolvos blancos que vestían todos los días, para ir a su colegio. También les pusieron unas alitas de papel, y sandalias de cartón, para que puedan caminar en el más allá. Una escobita fue colocada en el ataúd, para que las niñas puedan barrer los escollos que se les presenten en el camino hacia el cielo. Por último colocaron un huevo, una bolsa de pipocas, una botella de refresco, un plato, vaso, cuchara, una chalina, palma de ramos y sus mochilas, donde guardaron peluches, discos compactos de música, muñecas y otros artículos personales. La creencia andina dicta que el fallecido debe portar todos los elementos que hagan más llevadero su camino y estancia en el más allá. De esta forma, condujeron a las jovencitas, flanqueadas por columnas de estudiantes, que lanzaron pétalos de flores blancas para despedir a sus compañeras de estudio.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Alberto Aracena, informó que las tres adolescentes murieron producto de un accidente "Una de ellas habría resbalado, y al tratar de salvarse, se llevó consigo a sus otras dos amigas", informó. Según el reporte policial, las menores fueron encontradas una sobre otra, lo que ratifica la hipótesis del accidente. Además, Aracena señaló que testigos indicaron que vieron a las niñas consumiendo bebidas alcohólicas en la zona Faro Murillo.
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