Detención domiciliaria para acusado de doble asesinato
Una escena en la que aparece el sospechoso (i) durante la audiencia de ayer, martes
El policía acusado de matar a dos universitarias a pedradas cumplirá detención domiciliaria en espera del juicio, tras la audiencia de medidas cautelares que tuvo que ser suspendida en dos oportunidades, cuando un misterioso gas pimienta llenó la sala. Sólo el antecedente de una sentencia anterior impidió que se defendiera en libertad, según dijo el juez, dejando en entredicho el trabajo de investigación inicial de la Policía y la Fiscalía.
Del otro sospechoso, ex reo amigo del uniformado, no se sabe nada.
El policía Ever Albis Vera, sospechoso de haber asesinado a Marfa Delgado y Nairoby Muñoz, la madrugada del pasado domingo, en la zona de La Calancha, en complicidad con otra persona, por poco queda en libertad, debido a una sustentación carente de pruebas contundentes de la Fiscalía que trabajó, como en todos los casos, apoyada en la investigación de la Policía.
Este extremo fue expresado por el juez segundo en lo Penal de la Capital, Marcelo Barrios, al sustentar la detención domiciliaria, con vigilancia interna y externa, dictada contra el imputado al término de una larga audiencia de medidas cautelares.
Sostuvo que la parte acusadora no demostró "elementos de convicción suficientes" que incriminaran a Albis como culpable del hecho de sangre. "No se ha podido encontrar elementos objetivos", puntualizó al señalar que el imputado está arraigado y tiene plazo hasta el sábado 17 de octubre, para presentar en audiencia, a dos garantes solventes con domicilio en Sucre.
Tras esta decisión, la Fiscalía y los querellantes de las víctimas adelantaron que apelarán la resolución de medidas sustitutivas.
LA AUDIENCIA
Durante la audiencia, la fiscal que lleva el caso, Carmen Rosa Encinas, fundamentó su imputación contra Albis por asesinato en el grado de autoría, señalando que tenía elementos suficientes para ello. Presentó latas de cerveza, colillas de cigarrillos y la piedra con la que habrían sido victimadas las dos universitarias, todo debidamente etiqueto.
En ese momento, el Juez le recomendó que sólo presentara "pruebas objetivas" que sostuvieran la imputación por asesinato.
Luego de algunos alegatos, la Fiscalía pidió la detención del sospechoso en la cárcel San Roque al considerar que podría obstaculizar las investigaciones o darse a la fuga; en ese momento, su pedido fue reforzado con la presentación de una sentencia condenatoria que tiene el probable autor, por dejar escapar a un reo por la Ley 1008 (de drogas) en el cumplimiento de sus funciones de policía.
A su turno, la defensa del acusado cuestionó la presentación de las pruebas y sostuvo que el Ministerio Público "incurrió en errores procesales" al no demostrar "objetivamente" que los elementos de los asesinatos relacionan directamente a su defendido con la muerte de las dos personas.
Hizo notar que el acusado en ningún momento intentó fugarse ni obstaculizó las investigaciones, y más bien, colaboró con la Policía para buscar al segundo implicado.
Presentó también la ropa del policía sin rastros de sangre, la misma que fue reconocida por los testigos. Después de los alegatos, el mismo involucrado tomó la palabra para asegurar que colaboró con la investigación de la Policía y que si no se pudo aprehender al segundo involucrado, Jaime Cárdenas alias "el Jimmy", fue porque los policías no actuaron de buena forma.
LA DECISIÓN
Tras los alegatos de las partes que duraron algo más de cinco horas, el juez Marcelo Barrios decidió decretar la detención domiciliaria de Albis, al considerar que no había elementos "objetivos" que lo incriminaran como autor de los asesinatos.
PRESENCIA DE POLICÍAS Y GAS PIMIENTA
Sin duda, la audiencia de ayer, por el caso del doble asesinato, estuvo marcada por presencia policial, un misterioso gas pimienta en la sala y hasta el pedido de la defensa, de una orden de aprehensión contra el Director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELC-C) llamado a declarar.
Al ingreso de la Corte Superior de Distrito, se observó a varios policías; lo propio ocurrió en el pasillo del tercer piso, donde se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares. En el lugar, estaban aproximadamente 20 policías de civil y de uniforme, que vigilaban la realización de la audiencia. Y ya en la sala estaban jefes policiales, oficiales y efectivos de civil que grababan con celulares el desarrollo de los alegatos.
El abogado de la Defensa, Freddy Paita, al ver ingresar a la sala al teniente coronel, Hermes Cepeda, director de la FELCC, solicitó a ese oficial y a los tenientes Pereyra y Flores, de esa unidad, como testigos. El juez Marcelo Barrios aceptó y pidió a los policías ir a la sala de espera, pero éstos no hicieron caso.
Al promediar las 18:00, llamó al teniente coronel Cepeda, pero él no estaba; molesto, el abogado de la defensa solicitó una orden de aprehensión por no acatar la orden de una autoridad superior.
El Juez pidió a un policía que llamara al oficial, que se presentó después de 15 minutos y declaró sobre su actuación en la detención de Ever Albis.
Al promediar las 19:30, el Juez tuvo que suspender la audiencia en dos oportunidades porque alguien soltó gas pimienta y quiso camuflarlo con perfume; la gente empezó a toser y se suspendió la sesión por varios minutos. Ante este incidente, sólo se dijo que se solicitaría un informe.
EL POLICÍA ACUSADO INCRIMINA A SU AMIGO PRÓFUGO
¿Qué dijo el policía Ever Albis Vera poco antes de que terminara la audiencia?
Al promediar las 22:00, "Jimmy", ex reo condenado por la Ley 1008 y amigo del policía, propuso ir al mirador de La Calancha y todos aceptaron.
"Cuando estábamos en el lugar, tomamos como media hora latas de Bock y yo agarré la lata que estaba tomando Nairoby; Jimmy me riñó, ahí me dijo que estaba con pastillas. Yo me enojé y él me calmó, de un de repente me dormí. Pero yo desperté cuando estábamos en las banderitas (en la parte inferior de La Calancha), ahí me di cuenta que el pantalón de Jimmy tenía sangre; le pregunté y me dijo que se peleó con un chango que vino en su moto. Le pregunté por las chicas y me dijo que se fueron; en ese lugar, se bajó de mi auto y yo me fui a La Vieja Bodega y tome tragos con mi camarada, luego fuimos a Nano's y me quedé hasta las 5:30.
Mi esposa me llamó y me fui con mis camaradas a mi casa, discutimos y mi camarada se fue y yo me fui a Canes. De ahí me fui a mi casa y me dormí hasta las dos de la tarde, y luego fuimos a recoger a mis hijos de mi suegra.
Al promediar las cinco y media, cuando llego a mi casa, a los cinco minutos llega el coronel (Hermes) Cepeda (director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen), tenientes Hidalgo y Flores, me dijeron que me aliste. Le saludé a mi coronel.
¿Que pasó?, pregunté. Ha pasado un asesinato con las chicas que estaban contigo; ahí la Fiscal me dijo que si podía pasar y le dije que sí, pero igual me advirtió que podía pedir una orden de allanamiento, no, pase le dije; entraron y revisaron todo, vieron mis celulares y se lo llevaron como pruebas.
No supe cómo murieron mis amigas, más o menos entre las 19:30 me enteré que murieron apedreadas y me sorprendí más. Posteriormente le dije a mi teniente que me dé su celular para llamarlo al Jimmy, mi teniente le llamó y se hizo pasar como Alberto y le dijo: Jimmy tengo un pavito para una motito, está pagando bien, 'ya voy, me desligo de mi enamorada y llego'. Entonces les dije 'vamos por el Jimmy' y fuimos a su casa con una caravana del Grupo Delta, 110, 120, Diprove y varios vehículos. Si yo era el Jimmy y veía eso me 'piraba' (huía). Llegaron con bulla y entraron en la casa y yo les indique su cuarto del Jimmy y se salieron.
Horas más tarde, como no llegaba, le dije a mi teniente Flores que yo le llamaré, le dije 'Jimmy, estoy en la Bodega, estoy mal, aunque sea te lo llevas mi auto y nada más', bajamos a la Bodega con mi teniente Raúl y sargento Campos.
Antes de irnos, le dije a mi coronel que se vaya en su auto a la casa de Jimmy para que no se dé cuenta que lo buscan, no sé si habrían ido, pero él nunca se apareció en la Bodega y apagó su celular. El Jimmy ya no me contestó, es como si alguien le dijera que le estaban buscando, pero es raro porque sólo sabían policías".
Del otro sospechoso, ex reo amigo del uniformado, no se sabe nada.
El policía Ever Albis Vera, sospechoso de haber asesinado a Marfa Delgado y Nairoby Muñoz, la madrugada del pasado domingo, en la zona de La Calancha, en complicidad con otra persona, por poco queda en libertad, debido a una sustentación carente de pruebas contundentes de la Fiscalía que trabajó, como en todos los casos, apoyada en la investigación de la Policía.
Este extremo fue expresado por el juez segundo en lo Penal de la Capital, Marcelo Barrios, al sustentar la detención domiciliaria, con vigilancia interna y externa, dictada contra el imputado al término de una larga audiencia de medidas cautelares.
Sostuvo que la parte acusadora no demostró "elementos de convicción suficientes" que incriminaran a Albis como culpable del hecho de sangre. "No se ha podido encontrar elementos objetivos", puntualizó al señalar que el imputado está arraigado y tiene plazo hasta el sábado 17 de octubre, para presentar en audiencia, a dos garantes solventes con domicilio en Sucre.
Tras esta decisión, la Fiscalía y los querellantes de las víctimas adelantaron que apelarán la resolución de medidas sustitutivas.
LA AUDIENCIA
Durante la audiencia, la fiscal que lleva el caso, Carmen Rosa Encinas, fundamentó su imputación contra Albis por asesinato en el grado de autoría, señalando que tenía elementos suficientes para ello. Presentó latas de cerveza, colillas de cigarrillos y la piedra con la que habrían sido victimadas las dos universitarias, todo debidamente etiqueto.
En ese momento, el Juez le recomendó que sólo presentara "pruebas objetivas" que sostuvieran la imputación por asesinato.
Luego de algunos alegatos, la Fiscalía pidió la detención del sospechoso en la cárcel San Roque al considerar que podría obstaculizar las investigaciones o darse a la fuga; en ese momento, su pedido fue reforzado con la presentación de una sentencia condenatoria que tiene el probable autor, por dejar escapar a un reo por la Ley 1008 (de drogas) en el cumplimiento de sus funciones de policía.
A su turno, la defensa del acusado cuestionó la presentación de las pruebas y sostuvo que el Ministerio Público "incurrió en errores procesales" al no demostrar "objetivamente" que los elementos de los asesinatos relacionan directamente a su defendido con la muerte de las dos personas.
Hizo notar que el acusado en ningún momento intentó fugarse ni obstaculizó las investigaciones, y más bien, colaboró con la Policía para buscar al segundo implicado.
Presentó también la ropa del policía sin rastros de sangre, la misma que fue reconocida por los testigos. Después de los alegatos, el mismo involucrado tomó la palabra para asegurar que colaboró con la investigación de la Policía y que si no se pudo aprehender al segundo involucrado, Jaime Cárdenas alias "el Jimmy", fue porque los policías no actuaron de buena forma.
LA DECISIÓN
Tras los alegatos de las partes que duraron algo más de cinco horas, el juez Marcelo Barrios decidió decretar la detención domiciliaria de Albis, al considerar que no había elementos "objetivos" que lo incriminaran como autor de los asesinatos.
PRESENCIA DE POLICÍAS Y GAS PIMIENTA
Sin duda, la audiencia de ayer, por el caso del doble asesinato, estuvo marcada por presencia policial, un misterioso gas pimienta en la sala y hasta el pedido de la defensa, de una orden de aprehensión contra el Director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELC-C) llamado a declarar.
Al ingreso de la Corte Superior de Distrito, se observó a varios policías; lo propio ocurrió en el pasillo del tercer piso, donde se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares. En el lugar, estaban aproximadamente 20 policías de civil y de uniforme, que vigilaban la realización de la audiencia. Y ya en la sala estaban jefes policiales, oficiales y efectivos de civil que grababan con celulares el desarrollo de los alegatos.
El abogado de la Defensa, Freddy Paita, al ver ingresar a la sala al teniente coronel, Hermes Cepeda, director de la FELCC, solicitó a ese oficial y a los tenientes Pereyra y Flores, de esa unidad, como testigos. El juez Marcelo Barrios aceptó y pidió a los policías ir a la sala de espera, pero éstos no hicieron caso.
Al promediar las 18:00, llamó al teniente coronel Cepeda, pero él no estaba; molesto, el abogado de la defensa solicitó una orden de aprehensión por no acatar la orden de una autoridad superior.
El Juez pidió a un policía que llamara al oficial, que se presentó después de 15 minutos y declaró sobre su actuación en la detención de Ever Albis.
Al promediar las 19:30, el Juez tuvo que suspender la audiencia en dos oportunidades porque alguien soltó gas pimienta y quiso camuflarlo con perfume; la gente empezó a toser y se suspendió la sesión por varios minutos. Ante este incidente, sólo se dijo que se solicitaría un informe.
EL POLICÍA ACUSADO INCRIMINA A SU AMIGO PRÓFUGO
¿Qué dijo el policía Ever Albis Vera poco antes de que terminara la audiencia?
Al promediar las 22:00, "Jimmy", ex reo condenado por la Ley 1008 y amigo del policía, propuso ir al mirador de La Calancha y todos aceptaron.
"Cuando estábamos en el lugar, tomamos como media hora latas de Bock y yo agarré la lata que estaba tomando Nairoby; Jimmy me riñó, ahí me dijo que estaba con pastillas. Yo me enojé y él me calmó, de un de repente me dormí. Pero yo desperté cuando estábamos en las banderitas (en la parte inferior de La Calancha), ahí me di cuenta que el pantalón de Jimmy tenía sangre; le pregunté y me dijo que se peleó con un chango que vino en su moto. Le pregunté por las chicas y me dijo que se fueron; en ese lugar, se bajó de mi auto y yo me fui a La Vieja Bodega y tome tragos con mi camarada, luego fuimos a Nano's y me quedé hasta las 5:30.
Mi esposa me llamó y me fui con mis camaradas a mi casa, discutimos y mi camarada se fue y yo me fui a Canes. De ahí me fui a mi casa y me dormí hasta las dos de la tarde, y luego fuimos a recoger a mis hijos de mi suegra.
Al promediar las cinco y media, cuando llego a mi casa, a los cinco minutos llega el coronel (Hermes) Cepeda (director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen), tenientes Hidalgo y Flores, me dijeron que me aliste. Le saludé a mi coronel.
¿Que pasó?, pregunté. Ha pasado un asesinato con las chicas que estaban contigo; ahí la Fiscal me dijo que si podía pasar y le dije que sí, pero igual me advirtió que podía pedir una orden de allanamiento, no, pase le dije; entraron y revisaron todo, vieron mis celulares y se lo llevaron como pruebas.
No supe cómo murieron mis amigas, más o menos entre las 19:30 me enteré que murieron apedreadas y me sorprendí más. Posteriormente le dije a mi teniente que me dé su celular para llamarlo al Jimmy, mi teniente le llamó y se hizo pasar como Alberto y le dijo: Jimmy tengo un pavito para una motito, está pagando bien, 'ya voy, me desligo de mi enamorada y llego'. Entonces les dije 'vamos por el Jimmy' y fuimos a su casa con una caravana del Grupo Delta, 110, 120, Diprove y varios vehículos. Si yo era el Jimmy y veía eso me 'piraba' (huía). Llegaron con bulla y entraron en la casa y yo les indique su cuarto del Jimmy y se salieron.
Horas más tarde, como no llegaba, le dije a mi teniente Flores que yo le llamaré, le dije 'Jimmy, estoy en la Bodega, estoy mal, aunque sea te lo llevas mi auto y nada más', bajamos a la Bodega con mi teniente Raúl y sargento Campos.
Antes de irnos, le dije a mi coronel que se vaya en su auto a la casa de Jimmy para que no se dé cuenta que lo buscan, no sé si habrían ido, pero él nunca se apareció en la Bodega y apagó su celular. El Jimmy ya no me contestó, es como si alguien le dijera que le estaban buscando, pero es raro porque sólo sabían policías".
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