Muere el policía que fue hallado golpeado
José Luis Flores Cruz, un policía del Batallón de Seguridad Física que fue encontrado abandonado con un golpe en la cabeza en Montero, murió ayer a las 8.00 en el hospital de la Caja Nacional de Salud tras permanecer cinco días en coma.
El uniformado de 22 años estuvo internado en la unidad de cuidados intensivos de la CNS, conectado a un respirador artificial luego que los médicos le diagnosticaran muerte cerebral. A partir de ese día (25 de junio), sus familiares montaron una especie de vigilia en el hospital a la espera que una luz de esperanza volviera del coma profundo y le permitiera vivir.
El policía, con cuatro años de servicio a su institución, fue hallado en la carretera al Norte, zona que conecta a la localidad de Okinawa abandonado en la carretera inconsciente. Lo curioso del incidente es que testigos aseguran haber visto a una persona junto a su moto que arrastraba su cuerpo por la zona.
Incluso en la escena del crimen se encontró una escopeta que no le pertenecía a la víctima. La Policía de Montero asegura que la hipótesis que más se acerca a la realidad, es que haya sufrido un accidente de tránsito y el responsable se dio a la fuga, pero sus familiares descartaron esta posibilidad porque José Luis presentaba un severo golpe en la cabeza a la altura de la nuca.
Nicolasa Cruz Tórrez, madre del efectivo, pidió al comandante de la Policía, coronel Humberto Echalar, ordene que se preste más atención al caso y que se detenga al responsable que le quitó la vida a su hijo.
“Señor Comandante, comprenda el dolor de madre por el que estoy atravesando. Era un hijo ejemplar, dedicado a su familia y su institución, quiero que se haga justicia con la muerte de mi hijo y se detenga a quien le ocasionó su muerte”, dijo la mujer, mientras era abrazado por su hijo Marco Antonio Flores. La mujer recordó que cuando su hijo José Luis estaba con vida, su sueño era sacar adelante a sus tres hermanos que todavía estudian en el colegio. “Era él quien nos mantenía a la familia con su sueldo y ahora no sé qué voy a hacer”, dijo la madre desconsolada.
Flores trabajaba por casi un año y medio brindando seguridad a la empresa Agripac que tiene sus oficinas en la zona norte y se desplazaba casi a diario desde su domicilio del barrio Satélite Norte hasta Montero. Son varias las interrogantes que rodean la muerte del uniformado como el que fue asaltado por desconocidos aunque cuando lo encontraron sus pertenencias estaban en el lugar.
La otra es que algún cazador de la zona a quien le habría cuestionado la tenencia de su arma se molestó y le dio un culatazo en la cabeza con su escopeta y luego lo dejó abandonado a un lado de la carretera.
El cadáver del policía fue retirado pasado el mediodía de la CNS y trasladado hasta la morgue del hospital San Juan de Dios donde se estableció la causa de su muerte un traumatismo encefalocraneano. Sus restos están siendo velados en el Batallón de Seguridad Física. El comandante de la Policía, Humberto Echalar, se comprometió en acelerar la investigación que pueda dar con la captura del responsable.
El uniformado de 22 años estuvo internado en la unidad de cuidados intensivos de la CNS, conectado a un respirador artificial luego que los médicos le diagnosticaran muerte cerebral. A partir de ese día (25 de junio), sus familiares montaron una especie de vigilia en el hospital a la espera que una luz de esperanza volviera del coma profundo y le permitiera vivir.
El policía, con cuatro años de servicio a su institución, fue hallado en la carretera al Norte, zona que conecta a la localidad de Okinawa abandonado en la carretera inconsciente. Lo curioso del incidente es que testigos aseguran haber visto a una persona junto a su moto que arrastraba su cuerpo por la zona.
Incluso en la escena del crimen se encontró una escopeta que no le pertenecía a la víctima. La Policía de Montero asegura que la hipótesis que más se acerca a la realidad, es que haya sufrido un accidente de tránsito y el responsable se dio a la fuga, pero sus familiares descartaron esta posibilidad porque José Luis presentaba un severo golpe en la cabeza a la altura de la nuca.
Nicolasa Cruz Tórrez, madre del efectivo, pidió al comandante de la Policía, coronel Humberto Echalar, ordene que se preste más atención al caso y que se detenga al responsable que le quitó la vida a su hijo.
“Señor Comandante, comprenda el dolor de madre por el que estoy atravesando. Era un hijo ejemplar, dedicado a su familia y su institución, quiero que se haga justicia con la muerte de mi hijo y se detenga a quien le ocasionó su muerte”, dijo la mujer, mientras era abrazado por su hijo Marco Antonio Flores. La mujer recordó que cuando su hijo José Luis estaba con vida, su sueño era sacar adelante a sus tres hermanos que todavía estudian en el colegio. “Era él quien nos mantenía a la familia con su sueldo y ahora no sé qué voy a hacer”, dijo la madre desconsolada.
Flores trabajaba por casi un año y medio brindando seguridad a la empresa Agripac que tiene sus oficinas en la zona norte y se desplazaba casi a diario desde su domicilio del barrio Satélite Norte hasta Montero. Son varias las interrogantes que rodean la muerte del uniformado como el que fue asaltado por desconocidos aunque cuando lo encontraron sus pertenencias estaban en el lugar.
La otra es que algún cazador de la zona a quien le habría cuestionado la tenencia de su arma se molestó y le dio un culatazo en la cabeza con su escopeta y luego lo dejó abandonado a un lado de la carretera.
El cadáver del policía fue retirado pasado el mediodía de la CNS y trasladado hasta la morgue del hospital San Juan de Dios donde se estableció la causa de su muerte un traumatismo encefalocraneano. Sus restos están siendo velados en el Batallón de Seguridad Física. El comandante de la Policía, Humberto Echalar, se comprometió en acelerar la investigación que pueda dar con la captura del responsable.
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