El asesino de Tucson, declarado incapacitado mental para someterse a juicio
Un juez federal en Arizona determinó este jueves que Jared Loughner, de 21 años y que disparó en enero contra la congresista Gabrielle Giffords, tiene incapacidad mental y no puede someterse a juicio, lo que suspende indefinidamente el caso criminal en su contra.
Al menos uno de los médicos que dieron testimonio este jueves ante el juez federal Larry Burns dijo que Loughner tiene problemas de esquizofrenia, según dijo una fuente del tribunal a la cadena de televisión CBS. Loughner será trasladado a una cárcel federal donde permanecerá cuatro meses para que recupere sus funciones mentales y pueda afrontar el juicio.
En el caso de que se determine posteriormente que Loughner no podrá recuperar su capacidad mental para el juicio, el juez podría desechar los cargos en su contra y las autoridades estatales y federales podrán solicitar que el acusado sea recluido en alguna institución sanitaria.
La defensa también ha descrito a Loughner como un hombre "con una enfermedad mental grave", pero no ha indicado si argumentará que su cliente no es culpable debido a una demencia. Durante la vista de hoy, Loughner fue sacado temporalmente de la sala al gritar frases como "ella murió frente a mí", y otras aparentes incoherencias.
Cuando regresó, el juez le preguntó si quería presenciar la audiencia a condición de que se comportara bien, o verla por una pantalla en una sala contigua. "Quiero verla en la pantalla de televisión", contestó Loughner, enfundado en un uniforme de prisionero color caqui.
Loughner se ha declarado inocente de los 49 cargos federales en su contra por el tiroteo del pasado 8 de enero en Tucson (Arizona), que causó seis muertos, incluyendo una niña de 9 años y un juez federal, además de una decena de heridos, entre ellos la congresista Gabrielle Giffords. Entre marzo y abril últimos, Loughner pasó cinco semanas en una cárcel federal en Springfield (Misuri), donde fue examinado por dos psiquiatras.
La congresista Giffords, que resultó herida en la cabeza durante el tiroteo en las afueras de un supermercado, realiza un programa de rehabilitación en un hospital de Houston (Texas).
Al menos uno de los médicos que dieron testimonio este jueves ante el juez federal Larry Burns dijo que Loughner tiene problemas de esquizofrenia, según dijo una fuente del tribunal a la cadena de televisión CBS. Loughner será trasladado a una cárcel federal donde permanecerá cuatro meses para que recupere sus funciones mentales y pueda afrontar el juicio.
En el caso de que se determine posteriormente que Loughner no podrá recuperar su capacidad mental para el juicio, el juez podría desechar los cargos en su contra y las autoridades estatales y federales podrán solicitar que el acusado sea recluido en alguna institución sanitaria.
La defensa también ha descrito a Loughner como un hombre "con una enfermedad mental grave", pero no ha indicado si argumentará que su cliente no es culpable debido a una demencia. Durante la vista de hoy, Loughner fue sacado temporalmente de la sala al gritar frases como "ella murió frente a mí", y otras aparentes incoherencias.
Cuando regresó, el juez le preguntó si quería presenciar la audiencia a condición de que se comportara bien, o verla por una pantalla en una sala contigua. "Quiero verla en la pantalla de televisión", contestó Loughner, enfundado en un uniforme de prisionero color caqui.
Loughner se ha declarado inocente de los 49 cargos federales en su contra por el tiroteo del pasado 8 de enero en Tucson (Arizona), que causó seis muertos, incluyendo una niña de 9 años y un juez federal, además de una decena de heridos, entre ellos la congresista Gabrielle Giffords. Entre marzo y abril últimos, Loughner pasó cinco semanas en una cárcel federal en Springfield (Misuri), donde fue examinado por dos psiquiatras.
La congresista Giffords, que resultó herida en la cabeza durante el tiroteo en las afueras de un supermercado, realiza un programa de rehabilitación en un hospital de Houston (Texas).
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