Un adolescente se recupera de herida con arma blanca
Era las 21:30 del 17 de junio, cuando Martín (nombre ficticio) un adolescente de 15 años salió de su colegio con el objetivo de dejar a una compañera en su casa; ni bien avanzó una cuadra un malhechor lo interceptó para quitarle su celular, de repente le clavó un cuchillo en el vientre y se dio a la fuga con el móvil. El muchacho, desangrándose, de inmediato se embarcó en un taxi rumbo al hospital Universitario acompañado por su amiga, donde ahora se recupera del terrible “tajo”, sin embargo, la herida psicológica será la que más tarde en cicatrizar.
El doctor Néstor Ceballos comentó que el muchacho llegó con un trauma abdominal abierto de seis centímetros (el intestino delgado se salía prácticamente), de inmediato fue sometido a una cirugía de la que de a poco se recupera satisfactoriamente, “ayudó mucho para su recuperación su edad y su constitución”, comentó.
El galeno informó que en ese sector del Distrito 2, reina la inseguridad, constantemente atienden a personas asaltadas, debería haber más control policial, dijo.
SU VIDA
Martín es el menor de cinco hermanos, su padre trabaja como albañil, su madre viaja continuamente, dos de sus hermanos están en Brasil, uno en Santa Cruz y Martín vive con su hermana.
Para solventar sus gastos como compra de ropa, útiles, materiales y pasajes, Martín trabaja en una gomería, donde gana unos 800 bolivianos al mes.
Dijo que siente demasiado dolor en el estómago, no puede dormir, se está perjudicando de su trabajo, quiere estudiar y algún día le gustaría ser un odontólogo o irse al Brasil para trabajar con sus hermanos.
Por el momento sigue con alimentación líquida y es posible que esta jornada o mañana le den de alta.
Pide a las autoridades que se preocupen más por los estudiantes, que vigilen su colegio porque los pandilleros constantemente tiran piedras, rompen vidrios, amenazan, les quitan sus cosas, o piden dinero “duele feo lo que me han hecho, se estaba saliendo mi grasa”, dijo.
El doctor Néstor Ceballos comentó que el muchacho llegó con un trauma abdominal abierto de seis centímetros (el intestino delgado se salía prácticamente), de inmediato fue sometido a una cirugía de la que de a poco se recupera satisfactoriamente, “ayudó mucho para su recuperación su edad y su constitución”, comentó.
El galeno informó que en ese sector del Distrito 2, reina la inseguridad, constantemente atienden a personas asaltadas, debería haber más control policial, dijo.
SU VIDA
Martín es el menor de cinco hermanos, su padre trabaja como albañil, su madre viaja continuamente, dos de sus hermanos están en Brasil, uno en Santa Cruz y Martín vive con su hermana.
Para solventar sus gastos como compra de ropa, útiles, materiales y pasajes, Martín trabaja en una gomería, donde gana unos 800 bolivianos al mes.
Dijo que siente demasiado dolor en el estómago, no puede dormir, se está perjudicando de su trabajo, quiere estudiar y algún día le gustaría ser un odontólogo o irse al Brasil para trabajar con sus hermanos.
Por el momento sigue con alimentación líquida y es posible que esta jornada o mañana le den de alta.
Pide a las autoridades que se preocupen más por los estudiantes, que vigilen su colegio porque los pandilleros constantemente tiran piedras, rompen vidrios, amenazan, les quitan sus cosas, o piden dinero “duele feo lo que me han hecho, se estaba saliendo mi grasa”, dijo.
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