Un hombre muere torturado y baleado
Un hombre, identificado como Samuel Marconi Choquehuanca (32), murió acribillado a tiros, pero antes fue torturado y posteriormente abandonado en una zona despoblada y alejada del Plan Tres Mil de Santa Cruz.
El cuerpo se encontraba entre unos matorrales. Fue descubierto a las 9:00 por vecinos de la urbanización Ocoró, que dieron parte a la PolicĆa del Plan, cuyos agentes de turno levantaron el cadĆ”ver a las 11:00 y lo trasladaron a la morgue judicial del hospital San Juan de Dios para la autopsia de ley.
SegĆŗn el informe del fiscal JosĆ© Luis Bravo, el occiso estaba amarrado de pies y manos con signos de haber estado arrodillado por bastante tiempo. Asimismo, tenĆa hematomas y orificios de bala en varias partes del cuerpo.
El mĆ©dico forense Rafael Vargas comprobó que Marconi recibió seis impactos de proyectiles (probablemente de arma calibre nueve milĆmetros). Dos en la cabeza, dos en el pecho, uno en el costado derecho y otro en la parte superior de la espalda. AdemĆ”s, tenĆa cercenada mĆ”s de la mitad de la oreja derecha (posiblemente carcomida por animales) y le faltaba un diente superior, cuya fractura era reciente, por lo que se presume que la rotura fue a consecuencia de golpes.
“Este hombre fue torturado de manera inmisericorde y despuĆ©s ejecutado. Cuando hicimos el levantamiento legal todavĆa estaba en proceso de rigidez cadavĆ©rica, por lo que se calcula que la data de la muerte es de entre 15 y 17 horas antes de la autopsia”, dijo el fiscal Bravo.
En el momento del hallazgo, Marconi no tenĆa documentos de identidad consigo, pero sus familiares supieron que se trataba de Ć©l por un tatuaje en un brazo divulgado en un noticiario de televisión. De esa manera sus allegados fueron a la morgue y lo reconocieron. Unos dijeron que era confeccionista y otros que trabajaba como taxista.
El cuerpo se encontraba entre unos matorrales. Fue descubierto a las 9:00 por vecinos de la urbanización Ocoró, que dieron parte a la PolicĆa del Plan, cuyos agentes de turno levantaron el cadĆ”ver a las 11:00 y lo trasladaron a la morgue judicial del hospital San Juan de Dios para la autopsia de ley.
SegĆŗn el informe del fiscal JosĆ© Luis Bravo, el occiso estaba amarrado de pies y manos con signos de haber estado arrodillado por bastante tiempo. Asimismo, tenĆa hematomas y orificios de bala en varias partes del cuerpo.
El mĆ©dico forense Rafael Vargas comprobó que Marconi recibió seis impactos de proyectiles (probablemente de arma calibre nueve milĆmetros). Dos en la cabeza, dos en el pecho, uno en el costado derecho y otro en la parte superior de la espalda. AdemĆ”s, tenĆa cercenada mĆ”s de la mitad de la oreja derecha (posiblemente carcomida por animales) y le faltaba un diente superior, cuya fractura era reciente, por lo que se presume que la rotura fue a consecuencia de golpes.
“Este hombre fue torturado de manera inmisericorde y despuĆ©s ejecutado. Cuando hicimos el levantamiento legal todavĆa estaba en proceso de rigidez cadavĆ©rica, por lo que se calcula que la data de la muerte es de entre 15 y 17 horas antes de la autopsia”, dijo el fiscal Bravo.
En el momento del hallazgo, Marconi no tenĆa documentos de identidad consigo, pero sus familiares supieron que se trataba de Ć©l por un tatuaje en un brazo divulgado en un noticiario de televisión. De esa manera sus allegados fueron a la morgue y lo reconocieron. Unos dijeron que era confeccionista y otros que trabajaba como taxista.
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