Antes de disparar, policías pegaron a sacerdote y civiles
Uno de los heridos de bala el sábado en Aiquile.
No fueron dos, sino tres los agresores y pistoleros que enfurecieron a aiquileños durante su fiesta religiosa: dos policías y un guardaespaldas, que este sábado se dirigieron a Aiquile sin saber que al día siguiente dos de ellos caerían presos y uno se daría a la fuga, según testimonios de gente que los vio llegar a la verbena de la Virgen de La Candelaria y dirigirse directamente a golpear al párroco y director de Radio Esperanza.
La agresión al sacerdote desató una pelea campal en la plaza de Aiquile.
Algunos jóvenes salieron en defensa del religioso, pero los dos policías que iban vestidos de civil impidieron que protejan al padre de los golpes de Álex Alfaro, alias “El Palenque”.
“Llamaban con el dedo a la gente, y después El Palenque comenzaba a golpear sin motivo alguno”, dijo Víctor Guarachi, que viajó a esa localidad a pasar sus vacaciones, y que ayer retornaba a La Paz. “Los dos policías que iban con él impedían que la gente ayude a las víctimas”, agregó Guarachi.
Ahora se sabe que los tres iban a realizar un reconocimiento del lugar para la llegada de un ministro de Estado, que probablemente llegaría para la fiesta patronal, “ya que él vivió en el municipio hasta sus 16 años”, dijo un testigo vía telefónica.
Según el testigo que pidió no ser identificado, Alex Alfaro es un aiquileño “pendenciero”. Dijo que el sábado agarró a golpes a los defensores del religioso y los dos policías lo custodiaban mientras agredía a sus víctimas.
Después de convertir la plaza del pueblo en un cuadrilátero y al ver que pronto iban a ser rebasados por los asistentes a la verbena, Alex Alfaro y los policías Freddy Aguilar Funes y Demis Anzoleaga Maldonado se fueron de la plaza.
Sin embargo, cerca de las 2:30 volvieron armados e ingresaron al karoque La Habana, que está a una cuadra de la plaza de Aiquile, buscando pelea. Fue ahí donde los dueños del negocio les pidieron que se retiren porque estaban causando problemas.
Fuera del local ya había gente furiosa y fue entonces que comenzaron a disparar, según los testimonios recogidos ayer.
En ese momento, Alex Alfaro se fue en un vehículo particular y los dos policías fueron detenidos y llevados a la Policía de Aiquile. Después de identificarse como policías de la Gobernación de Chuquisaca y que eran parte de una avanzada, uno de sus camaradas los ayudó a salir de Aiquile,porque una gran cantidad de gente rodeó la Policía con intención de ajusticiarlos.
De acuerdo con los testigos, los policías debían brindar condiciones para la llegada del ministro Quintana. Pero, no descartan que también esté detrás de esto el exalcalde del MAS Rubén Macías, quien fue destituido y condenado por corrupción, debido a que Radio Esperanza denunció sus irregularidades.
ANTECEDENTES
Hasta ahora la Policía Departamental no se ha pronunciado sobre lo ocurrido en Aiquile, donde los policías a cargo del resguardo fueron azotados con manguera, desvestidos por la población y encerrados en las celdas en represalia por haber hecho escapar a los policías responsables de la balacera.
Ayer, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo: “No se va a proteger a nadie. Lo que pasó en Aiquile es muy grave, porque los policías forman parte de una institución fundamental, para garantizar la seguridad y los derechos de las personas”.
Y agregó que los uniformados son de la Gobernación de Chuquisaca, pero no de la seguridad de algún ministro.
El fiscal de Distrito, Camilo Medina, informó sólo de dos detenidos, quienes están en el penal de San Sebastián acusados de causar lesiones graves y de intento de homicidio.
La agresión al sacerdote desató una pelea campal en la plaza de Aiquile.
Algunos jóvenes salieron en defensa del religioso, pero los dos policías que iban vestidos de civil impidieron que protejan al padre de los golpes de Álex Alfaro, alias “El Palenque”.
“Llamaban con el dedo a la gente, y después El Palenque comenzaba a golpear sin motivo alguno”, dijo Víctor Guarachi, que viajó a esa localidad a pasar sus vacaciones, y que ayer retornaba a La Paz. “Los dos policías que iban con él impedían que la gente ayude a las víctimas”, agregó Guarachi.
Ahora se sabe que los tres iban a realizar un reconocimiento del lugar para la llegada de un ministro de Estado, que probablemente llegaría para la fiesta patronal, “ya que él vivió en el municipio hasta sus 16 años”, dijo un testigo vía telefónica.
Según el testigo que pidió no ser identificado, Alex Alfaro es un aiquileño “pendenciero”. Dijo que el sábado agarró a golpes a los defensores del religioso y los dos policías lo custodiaban mientras agredía a sus víctimas.
Después de convertir la plaza del pueblo en un cuadrilátero y al ver que pronto iban a ser rebasados por los asistentes a la verbena, Alex Alfaro y los policías Freddy Aguilar Funes y Demis Anzoleaga Maldonado se fueron de la plaza.
Sin embargo, cerca de las 2:30 volvieron armados e ingresaron al karoque La Habana, que está a una cuadra de la plaza de Aiquile, buscando pelea. Fue ahí donde los dueños del negocio les pidieron que se retiren porque estaban causando problemas.
Fuera del local ya había gente furiosa y fue entonces que comenzaron a disparar, según los testimonios recogidos ayer.
En ese momento, Alex Alfaro se fue en un vehículo particular y los dos policías fueron detenidos y llevados a la Policía de Aiquile. Después de identificarse como policías de la Gobernación de Chuquisaca y que eran parte de una avanzada, uno de sus camaradas los ayudó a salir de Aiquile,porque una gran cantidad de gente rodeó la Policía con intención de ajusticiarlos.
De acuerdo con los testigos, los policías debían brindar condiciones para la llegada del ministro Quintana. Pero, no descartan que también esté detrás de esto el exalcalde del MAS Rubén Macías, quien fue destituido y condenado por corrupción, debido a que Radio Esperanza denunció sus irregularidades.
ANTECEDENTES
Hasta ahora la Policía Departamental no se ha pronunciado sobre lo ocurrido en Aiquile, donde los policías a cargo del resguardo fueron azotados con manguera, desvestidos por la población y encerrados en las celdas en represalia por haber hecho escapar a los policías responsables de la balacera.
Ayer, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo: “No se va a proteger a nadie. Lo que pasó en Aiquile es muy grave, porque los policías forman parte de una institución fundamental, para garantizar la seguridad y los derechos de las personas”.
Y agregó que los uniformados son de la Gobernación de Chuquisaca, pero no de la seguridad de algún ministro.
El fiscal de Distrito, Camilo Medina, informó sólo de dos detenidos, quienes están en el penal de San Sebastián acusados de causar lesiones graves y de intento de homicidio.
No hay comentarios