Sentida despedida a trabajador de Cessa que murió electrocutado
Una sentida despedida dieron ayer los compañeros, amigos y familiares a don Antonio Sánchez Amachuy, que el pasado jueves perdió la vida a causa de un fortuito cortocircuito en una acometida de baja tensión, cuando se encontraba cumpliendo sus funciones habituales en la zona del mercado San Antonio.
Ayer, el salón de actos de la Compañía Eléctrica Sucre S. A. (CESSA) en Planta Diesel fue el lugar donde se instaló una capilla ardiente en reconocimiento al servicio prestado a la empresa por uno de tantos obreros que a diario exponen su vida para satisfacer los requerimientos de la población. Sánchez murió cumpliendo el deber cuando realizaba una instalación de una acometida de baja tensión entre un poste y una caseta ubicada en proximidades del mercado San Antonio; se electrocutó cuando fortuitamente la acometida tomó contacto con la línea de media tensión.
El informe del deceso es “electrocución” y no calcinación como involuntariamente mencionó este diario.
Respetando su creencia cristiana evangélica, fue un pastor el que le dio su último adiós en la tierra y, posteriormente, un cortejo acompañó al difunto hasta el Cementerio General, entre las lágrimas de sus familiares y deudos.
El obrero cuenta con seguro de vida y la compañía eléctrica se hizo cargo del sepelio y cubrió el costo de los pasajes de su hija que llegó de urgencia desde la ciudad de La Paz. Hay consternación en la empresa.
Afortunadamente, la suerte de su acompañante Carlos N. fue distinta ya que sólo sufrió quemaduras, tras haber intentado liberar al compañero que se electrocutaba. Él ya fue dado de alta del hospital y se le acompaña con evaluaciones neurológicas tras habérsele notado que tenía los nervios alterados. Se restablece en su domicilio.
Ayer, el salón de actos de la Compañía Eléctrica Sucre S. A. (CESSA) en Planta Diesel fue el lugar donde se instaló una capilla ardiente en reconocimiento al servicio prestado a la empresa por uno de tantos obreros que a diario exponen su vida para satisfacer los requerimientos de la población. Sánchez murió cumpliendo el deber cuando realizaba una instalación de una acometida de baja tensión entre un poste y una caseta ubicada en proximidades del mercado San Antonio; se electrocutó cuando fortuitamente la acometida tomó contacto con la línea de media tensión.
El informe del deceso es “electrocución” y no calcinación como involuntariamente mencionó este diario.
Respetando su creencia cristiana evangélica, fue un pastor el que le dio su último adiós en la tierra y, posteriormente, un cortejo acompañó al difunto hasta el Cementerio General, entre las lágrimas de sus familiares y deudos.
El obrero cuenta con seguro de vida y la compañía eléctrica se hizo cargo del sepelio y cubrió el costo de los pasajes de su hija que llegó de urgencia desde la ciudad de La Paz. Hay consternación en la empresa.
Afortunadamente, la suerte de su acompañante Carlos N. fue distinta ya que sólo sufrió quemaduras, tras haber intentado liberar al compañero que se electrocutaba. Él ya fue dado de alta del hospital y se le acompaña con evaluaciones neurológicas tras habérsele notado que tenía los nervios alterados. Se restablece en su domicilio.
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