Oruro: Fiel hasta la última mordida
Una vez más se comprueba que el perro es el amigo más fiel del hombre y esta afirmación se corrobora con la historia de Roberto, un sujeto de 35 a 40 años, que murió este jueves 09 de julio por la tarde y su perro, un can criollo, fue quien lo acompañó hasta sus últimos minutos.
Muchos datos no se tienen del occiso pues fue considerado como uno más de los bebedores consetudinarios que se instalan por el Mercado "Simón Bolívar", donde fue hallado en horas de la tarde y nadie supo reconocerlo. Lo cierto es que fue visto con su perro, desde que se sentó en la puerta de calle de una de esas viviendas, al parecer para descansar, sueño del que no despertaría más.
Alarmadas por lo ocurrido, las "caseritas" que venden abarcas y objetos de goma, informaron que el hombre fue visto desde las 16:00 horas, junto a otros ebrios por el lugar, de pronto notaron que se quedó solo con su perro y tras algunos minutos percibieron que algo le molestaba por lo que se echó de barriga pero no le dieron importancia, es así que tras cerca de una hora se percataron que solo el perro continuaba a su lado.
Al notar que no se movía, quisieron despertarlo, pero los intentos eran vanos, el sujeto no reaccionaba, las comerciantes avisaron a dos policías que patrullaban por el lugar quienes constataron que se trataba de una persona muerta.
En primera instancia personal de Bomberos llegó hasta el lugar, calles Tarapacá entre Bolívar y Adolfo Mier, verificó que el hombre ya estaba muerto y llamaron a investigadores de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para realizar el levantamiento del cadáver.
Pasaron algunos minutos y dos de sus amigos aparecieron, ambos en evidente estado de ebriedad, los dos lloraron la ingrata noticia y exclamaban el nombre "Roberto", intentando despertarlo. El cuerpo sin vida fue trasladado a la morgue del Cementerio General.
"Aquí vienen a sentarse los parroquianos y no dejan que los clientes se acerquen a comprarnos, paradores se ponen, quisiéramos que la Policía venga siempre por acá, la gente tiene miedo, este caballero estaba desde las cuatro, se cayó, intentó levantarse pero no pudo y se quedó llorando agachadito, nadie pudo ayudarlo porque es varón y pesado, quisiéramos que recojan a estas personas porque son peligrosos, debería haber un lugar para rehabilitarlos", afirmó una de las vendedoras que prefirió no ser identificada.