Cochabamba: En un sólo día 2 mujeres mueren en manos de feminicidas

El 17 de septiembre fue un día negro en Cochabamba. En un lapso de 12 horas, dos mujeres fueron asesinadas por sus parejas, los hombres que decían amarlas. El doble crimen conmovió a una sociedad cochabambina en la que la violencia se ha convertido en un gigante que ya ha cobrado la vida de 23 mujeres en lo que va del año 2015.

El primer caso ocurrió en el barrio de Tamborada A, de la zona sur. El macizo palo de madera con el que una familia solía trancar la puerta principal de su casa, para evitar la inseguridad, fue utilizado para arrebatarle la vida a una de sus integrantes, Lidia Balsera Jiménez, de 35 años.

Su esposo, Alfredo Rojas Claros (37), autor confeso del crimen, contó que empezaron a conversar bromeando sobre qué pasaría si uno engañaría al otro. Lidia le advirtió que si él la traicionaba, ella también lo haría. Incluso le habría dicho, en tono de burla, que ya tenía a otro y que no era el único. 

Ese comentario enfureció a Alfredo Rojas, quien tomó el palo de la puerta, esperó a que Lidia se durmiera y la golpeó en la cabeza tan fuerte que la mató en el acto. Luego buscó a su hermano y juntos fueron a la FELCC a reportar que su esposa “no despertaba” de su sueño. Los policías verificaron que Lidia estaba muerta. La autopsia confirmó que la causa de muerte fue un traumatismo muy grave con estallido de la bóveda craneal. Cuatro hijos han quedados solos, una de 14 años, otro de 9, otra de 6 y el menor de 4 años. La mayor escuchó todo lo ocurrido. 

Alfredo Rojas dijo que está arrepentido y les pidió perdón a sus hijos por dejarlos huérfanos. Los hermanos de ella relataron que la familia es de Aiquile y llegaron a la ciudad a trabajar como artesanos. Nunca se enteraron de que Lidia fuera maltratada y anunciaron que se llevarán a sus sobrinos a Aiquile. 

APUÑALADA Y QUEMADA 

El segundo caso ocurrió 10 horas después, en el barrio de Villa Sebastián Pagador, a la una de la tarde.

Juan H., de 48 años, discutió con su esposa Marcela Condori Calizaya, en la cocina de la casa que alquilaban. 

Según la hipótesis del tío de Marcela, ella estaba cocinando y Juan H. habría entrado a discutir con ella. “Él es un hombre muy celoso, siempre le hacía problemas por mirar, por hablar, por todo a mi sobrina. Yo le dije a ella que no iba a terminar bien esto, pero ella le dio otra oportunidad por sus hijos”, contó.

El sindicado habría discutido con ella, tomó un cuchillo y la apuñaló varias veces. Como las hornallas estaban encendidas, el hombre habría obligado a su esposa malherida a poner su rostro y un brazo sobre ellas, causándole graves quemaduras. 

“Yo creo que fue así porque había mucha sangre sobre la cocina y olor a chamuscado. Se ha escapado y la dejó acá”, contó el tío. De acuerdo al examen preliminar efectuado por los investigadores policiales de la FELCV, el feminicida apuñaló a Marcela al menos 15 veces y le quemó el rostro, el brazo y otras partes del cuerpo. El olor a quemado y el humo alertaron a los vecinos, que llamaron a Bomberos pensando que toda la familia había salido y que algún cortocircuito podía derivar en un incendio de magnitud. Los bomberos entraron al hogar y descubrieron el cadáver de Marcela Condori Calizaya. Un vecino vio a un hombre salir corriendo de allí. 

Los investigadores entrevistaron a sus familiares y éstos dijeron que creían que el hombre huyó hacia Colomi. Sin embargo, los vecinos y varios periodistas que aguardaban afuera de la escena del crimen se percataron de que un hombre merodeaba por el lugar, avisaron a los efectivos y lo aprehendieron. Se trataba del esposo, Juan H. También fue detenido el hermano de éste por complicidad y secuestrado un vehículo. 

23 Víctimas de feminicidio

en Cochabamba, en lo que va del año 2015. La FELCV brinda datos distintos porque solo toma en cuenta los casos atendidos por esa unidad y no contabiliza los feminicidios registrados en la FELCC y otras instancias.