Brasil: Ex senador Roger Pinto sufre accidente aéreo y está grave
El exsenador boliviano Roger Pinto Molina, de 58 años, que pilotó un avión que se estrelló en Luziânia, al ir el sábado (12) fue ingresado en el Hospital Base de Brasilia en estado grave. Según el Cuerpo de Bomberos del DF, él está con traumatismo craneal, trauma de cara, de abdomen y sufrió una parada cardiorrespiratoria.
El accidente fue inmediatamente después del despegue en el Aeroclub de Luziânia, ciudad del Entorno del Distrito Federal, informa el digital g1globo.com.
Según el Cuerpo de Bomberos de Goiás, Molina tenía varias lesiones por el cuerpo, pero era consciente en el momento de la atención. Él vino a Brasilia transportado en helicóptero.
Los bomberos informaron que el avión cayó en la cabecera de la pista poco después del despegue.
No hubo explosión después del golpe con el suelo. "Él fue estabilizado por equipos de bomberos y SAMU y luego llevado al hospital. Tenía múltiples heridas, pero su situación era estable", dijo a G1 Mayor bomberos Juliano Borges.
La historia del político se conoció en 2013 cuando buscó asilo político alegando la persecución política del entonces presidente Evo Morales.
TENIA PREVISTO VOLVER A BOLIVIA EL 2018
El pasado 10 de mayo, Pinto declaró a Erbol su decisión de retornar a Bolivia el próximo año, con el fin de retomar su actividad política y construir una opción democrática en oposición al presidente Evo Morales.
“Hay que volver, no vinimos para quedarnos y no dejaremos nuestros huesos por estos lados. Llegará el momento y muchos tendremos que volver o la historia nos olvidará. Esta (Brasil) no es nuestra patria y nuestra partida nunca fue para siempre”, indicó en esa oportunidad.
Pinto estuvo 455 días encerrado entre el 28 de mayo de 2012 y el 23 de agosto de 2013, en un ambiente en la embajada de Brasil en La Paz, a la espera de un salvoconducto del gobierno para que cumplir una resolución de asilo político otorgado por ese país.
El gobierno de Evo Morales se negó a entregar el documento y tuvo que ser sacado en un auto diplomático por el entonces encargado de Negocios, Eduardo Saboia, que lo llevó hasta Brasil, en medio de un escándalo diplomático que motivó el enfriamiento de las relaciones entre Bolivia y Brasil.
